Por: Cristina Oses
@escritoracristina

Quiero agradecer a cada uno de mis invitados que escribieron sus recuerdos navideños para este blog, que por tercer año consecutivo contamos a muchas personas el verdadero sentir de la Navidad. Muchos de estos recuerdos estuvieron llenos de alegría, humor, diversión, nostalgia, esperanzas y buenos deseos.
Amigos me escribían para contarme como les hacía recordar su Navidad algún relato que leían. Otros me decían cuanto les conmovían. Incluso, más de uno se animó a escribir sus propios relatos navideños para este blog.
Realmente fue una cadena de amor que se extendió a otros países. Cada vez que publicamos un relato navideño, mi celular estallaba con el sonido peculiar de la notificación cuando algún lector leía en mi página web. Me sentía muy feliz de saber a cuantas personas llegábamos.
Una vez más gracias a mis estimados invitados: Priscilla Gómez, Mary Castrillón, Carolina Duarte, Yesenia Lu Quintero, Kathia Arjona, Rene Morales, J.A. Ramonet, Ginnie Haskins, Digna De La Rosa y Laura RoS.
En esta ocasión les comparto mi relato, titulado “Las luces en Navidad me deleitan”.
Para empezar, busqué el significado de la palabra deleite, para trasmitirte lo más cercano posible a lo que me hace sentir las luces, principalmente en esta festividad.
“El deleite es una sensación placentera con respecto a algo. Se trata de un estado anímico producido generalmente por cosas que resultan agradables al intelecto o a los sentidos.”
De esta definición rescato dos palabras: placentera y sentidos. Cuando veo las luces de Navidad que alumbran en las calles, locales comerciales, parques, casas ajenas y por supuesto la mía, experimento un deleite inexplicable. Y no solo son las luces para decoraciones navideñas, también los fuegos artificiales. Hace poco estaba viendo el Concierto de Paris desde el Campo Martes, que retrasmite el canal Film&Arts los días primero de enero, el cual tengo varios años de verlo. Este año, debo confesarles que lloré, al “deleitarme con la música y como cierre final el espectáculo de pirotecnia y de iluminación de la Torre Eiffel.
Me pregunté: ¿Por qué tengo estas sensaciones?
Una de ellas es por el “Héroe de las luces”, mi papá, le gustaba mucho tener su casa iluminada en Navidad, en mi casa soy como él, amo tener la casa con muchas luces. Este año coloque nuevamente mi árbol de navidad cerca de la ventana que da a la calle, así me “deleito “cuando llego a casa. Desde la primera esquina que doblo, veo mi apartamento con las luces de la ventana y del árbol encendidas.
Los días que no estoy tan apurada, entro lentamente al residencial y comienzo a mirar los demás apartamentos “deleitándome” de las distintas decoraciones, colores y formas. Nota: el uso reiterado de la palabra deleitar es a propósito.
Otra de las razones, está orientada a mi vida espiritual. Él lo dijo: Yo soy la luz del mundo. Creo que mi alma añora esa luz, y que por el momento se deslumbra con la creada por el hombre. Me pregunto: ¿Así será el gran encuentro con Jesús? ¿Lo que hoy no puedo describir, es lo que sienten las personas que han seguido la luz del paso de la muerte a la vida eterna?
Lo dejo hasta aquí porque esta reflexión es para un escrito profundo en teología.
Lo cierto, esta fascinación por la luz me llevo a nombrar mi año 2023, basado en mi propósito: “Mi brillo interior”. Emerger desde mi alma mi propia luz e iluminar a otros en cada ámbito que interactúe. Inspirarlos a mirar dentro de sí y buscar su propio brillo.
Aquí, en esta vida, lograr experimentar en el alma el deleite de la única luz verdadera.
"Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. Juan 14, 23.
Dios de Dios, Luz de Luz.
Feliz día de Reyes
Te dejo el siguiente enlace para que leas "El Héroe de las luces", escrito en la Navidad del año 2020.
Gracias por leer y compartir cada uno de estos relatos navideños.
Comentários