Esta Navidad será muy diferentes para muchos. Distanciados de algún miembro de la familia o la ausencia por el fallecimiento de un ser querido. Sin embargo, el ser humano tiene el poder de recrear las vivencias por medio de los recuerdos. Cuando lo hacemos volvemos a sentir las mismas emociones como si sucediera en el presente ¿Lo has experimentado? ¿Verdad que sí?
Hace diez años que murió mi papá y cada Navidad se acentúan los recuerdos de su fiesta favorita: La Navidad. Él nos heredó tradiciones, las cuales mantenemos cada año. En esta época no falta la frase: "A mi papá le gusta esto o aquello". Vienen a mi mente anécdotas muy graciosas que a veces cambian mi tristeza en alegría. Volver a vivirlas, es lo que me impulsa e escribir "Recuerdos de Navidad".
Quiero aprovechar para invitarte a compartir en este espacio tus recuerdos.
Mi héroe de las luces
Admiraba la paciencia de mi papá, cada Navidad se convertía en el " Héroe de las luces". Recuerdo verlo en la sala de la casa con varias extensiones de foquitos o luces de navidad regadas por todos lados, todo un reto, conectar cada una de ellas y comprobar que todas las lucecitas se encendían. Yo le decía: Papá, esa solo funciona la mitad de las luces, mejor deséchala y compramos una nueva, y me decía: No, ya verás. Mi papá iba ajustado foquito por foquito para ver si alguno estaba suelto, esa era la primera revisión. Ver su rostro de emoción cuando encendían todas las luces. ¡Wao, salvo un ramillete de luces! Si esto no funcionaba recurría a su arma secreta: los foquitos de repuesto (los que vienes en las cajas nuevas y que mi mamá debía guardarlos). Con esa arma secreta, salvo otras cuantas más. Mi papá no se daba por vencido tan fácilmente. Recuerdo un año que tenía tantas luces recuperadas que adorno todas las ventanas, la terraza y hasta en el techo de la entrada de casa teníamos luces.
Aún me parece verlo en la escalera colocándolas. Mi papá murió en un mes de noviembre ¿Pueden imaginar esa primera Navidad sin él? Pensé que mi mamá no quería adornar la casa, sin embargo se hizo, y hasta el día de hoy ella lo hace con el mismo entusiasmo por su recuerdo.
Mi hija me dice: ¿Tu alegría al colocar las luces en casa es por mi abuelo? Se me arrugo el corazón. Así es... al ver las luces llegan imágenes con su rostro alegre al ver la casa vestida de Navidad. Y este año cuando terminé de arreglar mi casa, dije la frase que estoy segura que es de él: ¡Comenzo la Navidad a esta casa!
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