Por: Cristina Oses
Tengo la gran fortuna de conocer a varios escritores, con motivaciones en la escritura muy diferentes.
Sin embargo, tenemos algunas en común: ser reconocidos, lograr que nuestras obras sean "best seller", ganadores de los concursos literarios más importantes y por supuesto contar con ingresos suficientes para cubrir nuestras necesidades básicas y porque no, uno que otro lujito.
Observo escritores que se inclinan más por una que otra de estas razones.
Los que me conocen, saben cómo es mi mentecita. Desde hace algún tiempo me está rondando esa pregunta: Y yo… ¿por qué escribo?
Recordé que esta pregunta nos las hizo el Profesor Ariel Barría (q.e.p.d). El profesor seleccionaba cada semana a cinco participantes del taller para responderla y enviársela, la siguiente clase la colocaba en su presentación y la hacía pública.
Estuve buscando en mis correos y archivos la respuesta que le envié al profesor, hasta que la encontré.
¿Por qué escribo?
"Dentro de mi existe una fuerza creadora que me impulsa a contar historias para inspirar a otros, y mientras lo hago me divierto y lo celebro"
Impulsada por este momento reflexivo, después de dos años, amplío esa respuesta.
Escribo siguiendo a mi mente y mi corazón, mostrar los actos de bondad que suceden en este mundo, aun en medio de tanta oscuridad.
Escribo porque deseo aportar esperanza algún ser humano en la tierra.
Escribo para divertir, crear muchas sonrisas contagiosas, especialmente a los pequeñitos de casa.
Escribo porque soy una viajera en el tiempo, tomo el pasado y lo traigo al presente, vestido a la moda y hablando sin tapujos.
Escribo porque sueño con un futuro mejor y quiero ser parte de eso.
Escribo para preservar mi memoria, y cuando se asome la vejez los libros me devuelvan mis recuerdos.
Escribo porque soy una pacifista incansable. Amo y creo en la paz.
Escribo porque soy una mujer transformada por el amor de Dios, que ha pasado por situaciones difíciles, he caído, me he levantado, y eso... hay que contarlo.
Escribo porque en una oración recibí este mensaje: "Escribe para mí"
Escribo para Dios y de Dios para el mundo.
Siendo sincera conmigo misma y ahora contigo, estas razones son mi impulso para escribir y la esencia de mis historias.
No niego que aspiro a lo que la mayoría de los escritores esperan de este oficio, pero si logro con algunos de mis libros. solo uno de mis "Escribo por", me doy por satisfecha y como lo mencioné anteriormente, lo celebro.
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