Mi Belén
- Cristina Oses
- 28 dic 2019
- 2 Min. de lectura
Encuentro a personas que coleccionan desde imanes con imágenes para colocar en la puerta de su nevera, como quienes coleccionan autos en miniaturas, estampillas, monedas de diferentes países o época y así existen diferentes cosas que apasionan a cada persona por coleccionar. En mi caso, antes que naciera mi hija coleccionaba búhos, luego imágenes de ángeles, eso hace más de veinte años. De los búhos creo que en casa de mamá queda alguno, pero de los ángeles aún tengo varios, los que existen a pesar del paso del tiempo.
Desde hace algunos años inicie mi colección de nacimientos o también llamado pesebres o Belén, en su mayoría están en mi sala durante todo el año. De todos mis nacimientos, mi consentido es un hermoso niño Jesús. Este hermoso niño es de quien me despido todas las mañanas y quien me recibe cuando regreso a casa. Yo hablo, lo acaricio y le digo lo mucho que lo amo porque vive en mi casa y en mi corazón.
Pero todo no queda allí, cada Navidad adquiero un nuevo nacimiento. Mi hija me pregunta: ¿Dónde vas a poner más nacimientos? por lo cual compro nacimientos cada vez más pequeñitos.
Sueño con tener una casa más grande donde pueda colocarlos y sea una herencia para mis nietos, bisnietos; una forma de perpetuar mi recuerdo pienso que ese es el fin de cada coleccionista.
En mi caso hacerlo con la escena del nacimiento de Jesús.
Y además de mi colección de nacimientos, también coloco el nacimiento grande, este año hice algunos cambios antes colocaba el pesebre que sobresalía del resto de la cuidad, este año lo coloqué tal como lo menciona la escritura en un rincón de una cueva.
Este año pensando en perpetuar mi recuerdo, se me ha ocurrido hacer "mi caja de memorias", antes que acabe este año voy a decorarla y allí colocar todos esos recuerdos que tengo guardados por distintas partes y dejársela de herencia a mi hija. También le dije a ella que le haré una "caja de memorias" para que ella guardes sus herencias.
Quiero compartirles la hermosísima carta que escribió el Papa Francisco sobre el significado y el valor de los Belén, titulada Carta apostólica Admirabile signum, adjunto enlace para que la lean y la mediten en familia.
" El belén forma parte del dulce y exigente proceso de transmisión de la fe. Comenzando desde la infancia y luego en cada etapa de la vida, nos educa a contemplar a Jesús, a sentir el amor de Dios por nosotros, a sentir y creer que Dios está con nosotros y que nosotros estamos con Él, todos hijos y hermanos gracias a aquel Niño Hijo de Dios y de la Virgen María. Y a sentir que en esto está la felicidad. " Papa Francisco
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