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Grandes cambios en tiempos extraños



Si bien la pandemia ha cambiado drásticamente la vida de muchas personas, en realidad no ha sido tan malo para mí. En definitiva, siento que yo como persona he cambiado para mejor durante estos tiempos extraños. Lo veo como una pausa necesaria para autoevaluarse y reiniciar de la mejor manera posible.

Cuando inició la cuarentena me dije a mí misma que tenía dos opciones, sucumbir ante la ansiedad o hacer algo para que el encierro no me afectara. Y he aquí mi primera lección:

“Lo que importa no es lo que te sucede, sino cómo reaccionas a lo que te sucede”—Epícteto.

Inclusive, meses antes de la pandemia, había empezado a atenderme con una nutricionista y recuerdo que cuando empezamos a tener consultas virtuales me felicitó, me dijo que era la única de sus pacientes que seguía cumpliendo con el plan nutricional y de ejercicios; la única que había bajado de peso en los tres meses que llevábamos de confinamiento en ese entonces. Y esto lo logré precisamente gracias a la frase de arriba. Yo me prometí que no dejaría que la cuarentena me dejara estancada. Decidí tener una reacción positiva y sacar provecho de la situación.

Además, tener tanto tiempo para mí me volvió mucho más organizada y mucho más enfocada en las cosas que son realmente importantes para mí. Sin distracciones, aprendí a organizarme de mejor manera y cumplir metas que habían quedado a medias por falta de tiempo. Por fin pude ponerme frente a frente conmigo misma y hacer un "declutter" mental que me ha ayudado significativamente a ser una persona más asertiva y más consciente.

Una semana antes de que iniciaran los casos en el país, estuve de vacaciones con mis mejores amigos. Recuerdo que cuando veníamos de regreso dijimos: ¡Lo dimos todo! . Un viaje espectacular que disfrutamos al máximo, como si no nos fuéramos a ver jamás.

Nunca nos imaginamos que esa sería nuestra realidad; que saliendo de ese aeropuerto pasaríamos más de cinco meses sin vernos. Ahora sé, que no voy a dar por sentado los momentos que paso con las personas que quiero. Igual sucede con mi familia, que aunque solíamos vernos regularmente, ahora que estamos distanciados, siento que no fue suficiente. Estoy segura que en el momento que podamos reunirnos todos de nuevo, aprovecharé cada segundo.

Creo, como muchos, que los planes que tenía para este año no los realizaré, lo acepté, sin embargo, esto me llevó a darme cuenta de otras cosas que debía cambiar en mi vida; no puedo obsesionarme con el futuro, tengo que aprender a vivir el hoy, porque el mañana no está prometido para nadie. La vida puede cambiar cuando menos lo esperas.




Autora: Alicia



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