Hoy quiero que conozca a mi amiga Cristel quien siendo amiga de mi hija, tomo el rol de mi principal cómplice en esta aventura como escritora.
A sus 13 años acepto la invitación que le hice de poner su maravilloso talento como dibujante en mi libro “Cosas de Niños por Cristina”, aún recuerdo cuando le pregunte si le gustaría realizar los dibujos de cada anécdota, recuerdo su alegría, su respuesta espontánea y genuina -Claro que sí- sellando el trato con una enorme sonrisa.
Cristel le dio vida a cada vivencia de los niños y niñas de mi libro. Era realmente fabuloso como su imaginación y su talento se conjugaban tan bien. A medida que Cristel crecía, era más exigente con sus dibujos, me decía –Voy a volver hacer los dibujos que le entregue. Yo le insistía que no, que a mí me gustaban.
Cada persona que le mostraba sus dibujos quedaba encantada , especialmente los padres o abuelos que me obsequiaron sus anécdotas.
Uno de mis mayores desafíos fue cuando el libro paso a los diseñadores gráficos, quienes querían modificar los dibujos, para mí esto era como descartar todo un trabajo de años por esta niña que sin pedir nada a cambio me regalo esos dibujos. Cuando les conté la historia a los diseñadores, tuvieron empatía conmigo y conservaron la esencia de los dibujos realizados por Cristel. Mejoraron los dibujos, pero sin perder la originalidad que plasmo Cristel en cada uno de ellos.
Hoy mi querida cómplice es una estudiante de la carrera de Ingeniería Civil, aunque no estudio diseño gráfico u otra carrera relacionada al arte, su talento no ha disminuido y sigue disfrutando de dibujar.
En algunas ocasiones me acompaña a las actividades que tengo de promoción de mi libro, dibujando para los niños, ayudándolos a pintar los dibujos originales y hasta firma autógrafos conmigo.
Gracias Cristel por decir sÍ a esta aventura y dejar parte de ti en cada dibujo.